Factores del ámbito familiar
Factores del ámbito familiar
Las características familiares resultan muy relevantes para explicar el rendimiento académico. Estas pueden subdividirse en las concernientes a la estructura y composición del hogar y las relativas a los recursos del hogar.
La composición del hogar puede incidir en el rendimiento académico a través del nivel educativo de los padres (Rumberger y Larson, 1998), su actividad laboral – muy vinculada al nivel educativo– y la categoría socioeconómica (Gamoran, 2001). Mención aparte merece el origen de la familia, dada la magnitud del fenómeno migratorio en España en la década de 2000. Calero et ál. (2010) obtienen, utilizando datos de PISA-2006, que la condición de ser inmigrante de primera generación duplica el riesgo de fracaso escolar. Lamentablemente, PISA no permite concretar el país de origen de la persona, variable que resulta relevante (Levels, Dronkers y Kraaykamp, 2006), teniendo en cuenta la diversidad de situaciones que quedan englobadas bajo la etiqueta ‘inmigrante’. La literatura también señala que la brecha en el rendimiento académico entre los alumnos de origen inmigrante y los de origen nacional se va cerrando a medida que los primeros se van adaptando al sistema educativo de acogida.
Otras variables relativas a la estructura del hogar que inciden en el riesgo de fracaso escolar son la pertenencia a determinadas etnias (Fernández Enguita, Mena y Riviere, 2010), el número de hijos (Leibowitz, 1974), el orden entre hermanos (Behrman y Taubman, 1986; Black, Devereux y Salvanes, 2007) y la pertenencia a hogares monoparentales o desestructurados (Björklund y Chadwick, 2003). La información proporcionada por PISA-2009 permite incorporar al análisis la última de las variables enunciadas.
Finalmente, las variables relativas a los recursos educativos del hogar suelen resultar significativas en la mayoría de los estudios (véase, por ejemplo, Calero y Waisgrais, 2009), al constituir herramientas que facilitan el proceso de aprendizaje del alumno y denotan el ambiente cultural del hogar. En nuestro análisis hemos introducido variables relativas a la posesión de bienes educativos y a su utilización.
Las características familiares resultan muy relevantes para explicar el rendimiento académico. Estas pueden subdividirse en las concernientes a la estructura y composición del hogar y las relativas a los recursos del hogar.
La composición del hogar puede incidir en el rendimiento académico a través del nivel educativo de los padres (Rumberger y Larson, 1998), su actividad laboral – muy vinculada al nivel educativo– y la categoría socioeconómica (Gamoran, 2001). Mención aparte merece el origen de la familia, dada la magnitud del fenómeno migratorio en España en la década de 2000. Calero et ál. (2010) obtienen, utilizando datos de PISA-2006, que la condición de ser inmigrante de primera generación duplica el riesgo de fracaso escolar. Lamentablemente, PISA no permite concretar el país de origen de la persona, variable que resulta relevante (Levels, Dronkers y Kraaykamp, 2006), teniendo en cuenta la diversidad de situaciones que quedan englobadas bajo la etiqueta ‘inmigrante’. La literatura también señala que la brecha en el rendimiento académico entre los alumnos de origen inmigrante y los de origen nacional se va cerrando a medida que los primeros se van adaptando al sistema educativo de acogida.
Otras variables relativas a la estructura del hogar que inciden en el riesgo de fracaso escolar son la pertenencia a determinadas etnias (Fernández Enguita, Mena y Riviere, 2010), el número de hijos (Leibowitz, 1974), el orden entre hermanos (Behrman y Taubman, 1986; Black, Devereux y Salvanes, 2007) y la pertenencia a hogares monoparentales o desestructurados (Björklund y Chadwick, 2003). La información proporcionada por PISA-2009 permite incorporar al análisis la última de las variables enunciadas.
Finalmente, las variables relativas a los recursos educativos del hogar suelen resultar significativas en la mayoría de los estudios (véase, por ejemplo, Calero y Waisgrais, 2009), al constituir herramientas que facilitan el proceso de aprendizaje del alumno y denotan el ambiente cultural del hogar. En nuestro análisis hemos introducido variables relativas a la posesión de bienes educativos y a su utilización.
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